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Pero eso no es todo: la gravedad de la estrella pequeña arrastra literalmente a la estrella grande hasta convertirla en un huevo, tras lo cual vuelve a su estado anterior. Esto es lo que explica estas fluctuaciones a gran escala en el brillo de MACHO 80.7443.1718. Los científicos sugieren que este objeto no es único, y que puede haber muchos más «corazones rotos» en el Universo.